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Examinando Facultad de Teología por Materia "Familia"
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Ítem Fundamentos teológicos de la familia y los retos actuales(Universidad Católica de Trujillo Benedicto XVI, 2019) Nuñez Carrasco, Pepe; Villanueva Pomacondor, EledoroEl ámbito en que se desenvuelve el contenido de la tesina, es el campo antropológico, pero desde una visión básicamente teniendo en cuenta a las Sagradas Escrituras; por tanto la antropología bíblica nos ayuda a conocer al ser humano desde sus orígenes y como ha ido caminando a lo largo de la propia historia de la humanidad; nos permite ampliar nuestros conocimientos y abrir nuestros pensamiento con la razón para indagar en cuanto concierne al hombre, es decir en su forma corpórea, en conjunto, como ser en el mundo que está llamado a compartir toda su vida con los demás. Es propicio ver que el origen del hombre es por iniciativa de Dios, es su propia obra creador Dios muestra sus maravillas y de manera especial le brinda un realce a la persona, que lo creo libre y le concedió las facultades adecuadas y que le pertenecen a la naturaleza de la persona, y que el hombre se encargara de explorar cada una de ellas que le permitirán llevar una vida según la voluntad de su Creador. El ser humano desde su inicio fue creado, como un ser social que lleva impreso en sus propia naturaleza, por tanto según el relato Bíblico nos da a conocer que cuando el hombre fue creado y vio que estaba solo sintió la necesidad de poder contar con una compañera, alguien con quien si pudiera relacionarse como es debido ya que con las creaturas de la naturaleza no podía complementarse en cierto modo. Según los designios de Dios, le concede al hombre contar con una compañera que se pueda complementar y relacionarse mutuamente, así mismo veremos la misión que se le comunica a la humanidad entera, es decir de poder ser buenos administradores de los bienes de la casa común, según los signos de los tiempos, y que no es el único si no que debe cuidar y proteger los bienes para las próximas generaciones futuras que también desearan gozar de la propia creación de Dios. Como vemos, que la humanidad es por naturaleza busca ser sociable pero muchas veces cae en el error en cuanto que se forman pequeños grupos dentro de la sociedad y se vuelven exclusivos a tal punto de ir en contra de la dignidad de la persona sin tener en cuenta que es creatura de Dios y que todos merecemos un trato adecuado según corresponde, es por eso que tocaremos este tema para poder ir adentrándonos en el tema central de la tesina que trata de rescatar el tema de la dignidad del varón y de la mujer. En estos tiempos difíciles que se ven en nuestro entorno, ya sea a través de la corrupción en el ambiente social, político y económico, del mal trato que se le da al hombre y a la mujer en el campo laboral, en la falta de practica de los valores evangélicos, la visión de que la supervivencia es para los más fuertes y hábiles para engañar a las personas, perjudican a la célula de la sociedad y en vez de ir creciendo como personas más nos estancamos, pero ante todo ello siempre hay una luz de esperanza. Frente a estos desafíos cabe apostar por la vida del matrimonio y la familia como fuentes de bendición de Dios para con la humanidad, ya que Dios ha concedido a unos la vocación a la vida matrimonial y otros la vida consagrada según la misión de Jesucristo. Hablar del matrimonio y de la familia es un poco delicada aun cuando que el sujeto principal es el ser humano que es creatura de Dios y que posee una dignidad, que tiene libertad para poder asumir responsabilidades a corto y a largo plazo que se verán fructificadas en la vida del matrimonio y familiar; de tal modo que al iniciar una historia del amor de cada pareja hay que resaltar un elemento importante, es decir la vida de los cónyuges debe estar cimentada desde el amor. El varón y la mujer deben se consientes que en este proyecto que se encaminan juntos se cuenta con la bendición de Dios para superar cada uno de los desafíos que la misma realidad nos presenta, por tanto los bautizados caminamos en contracorriente a la manera de pensar de la sociedad. Al seguir nuestra vida de fe como buenos cristianos estamos llamados a vivir cada uno de los sacramentos que la Iglesia nos presenta de manera responsables y según corresponde la doctrina de la Iglesia. El matrimonio y la familia es el medio para promover vida de manera responsable según corresponde a las posibilidades de cada familia, siempre siendo conscientes que no son señores de la existencia, sino que es un don del Creador que hay que cuidarlo protegerlo y velar por su desarrollo integral; para que cundo los hijos se independicen de la familia se encuentren preparados para desempeñar su rol dentro de la misma sociedad. Como todo proyecto de vida en conjunto, la vida de la familia implica un conocerse mutuamente y donarse el uno al otro dejando de lado el egoísmo, para encaminarse a buscar el bien común, dentro de la misma familia y hacia el exterior; es decir su función con la sociedad y de manera especial con la labor de la Iglesia; que les llama a ser un espacio especial para cultivar la vida espiritual de la prole y de cada uno de los integrantes de los miembros de la familia que en unos casos es numerosa en cuanto que se viven los abuelos, los padres, los hijos y los sobrinos. La familia es una luz de esperanza que la barca de la Iglesia pueda ir a buen puerto, está en la misión de la Iglesia promover los medios adecuados que le permita a los matrimonios y familias ser perseverantes en la vocación que Dios por iniciativa propia les ha concedido. Ya que la familia cuenta con la vocación y la bendición de Dios está llamada a poder brindar un testimonio según corresponde a la voluntad de su Creador. Las parejas al inician su proceso del noviazgo puedan llevar a cabo cada una de las etapas sin salta o que mar etapas. Dios a través de la Iglesia le concede a la familia poder gozar de un día establecido a la semana para que se encuentre consigo mismo y le rinda culto a Dios, de manera personal, familiar y comunión con toda la Iglesia.