Teología

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    El cristiano ante el sufrimiento y la esperanza de encontrar la felicidad
    (Universidad Católica de Trujillo - Benedicto XVI, 2024-10-10) Álvarez Vásquez, Antón Jhonny; Farfan Córdova, Edinson Edgardo
    El hombre siempre ha buscado la felicidad, pero se ha topado con el sufrimiento como parte de su diario caminar hacia su meta, por ello, en esta tesina se busca darle un sentido cristiano a este drama al que se enfrenta el ser humano hasta lograr su salvación. El problema: el drama que vive el hombre ante el sufrimiento en su camino para alcanzar la felicidad encontrándole sentido a su vida. La respuesta: encontrarle sentido al sufrimiento desde la esperanza para alcanzar la felicidad a través de la tradición de la Iglesia y de la Sagrada Escritura que nos muestra el camino para alcanzar la salvación a ejemplo de nuestro Señor Jesucristo: el siervo sufriente.
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    El sentido Cristiano del sufrimiento
    (Universidad Católica de Trujillo. Benedicto XVI, 2024-05-29) Benites Vera, Simón Moisés; Pacherres Torrejón. Marcoantonio
    Desde la reflexión soteriológica, esta tesina desarrolla la respuesta que da la teología cristiana al problema del sufrimiento corporal y al drama existencial que vive el hombre postmoderno para encontrarle sentido. El problema: la necesidad de responder al drama existencial que vive el hombre postmoderno en su búsqueda de un sentido para el sufrimiento corporal. La propuesta: desarrollar la respuesta cristiana para el sufrimiento corporal y el cómo ésta se presenta como una oportunidad de transformar el drama existencial ya mencionado en una experiencia redentora.
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    El sufrimiento humano ante la cruz de Cristo
    (Universidad Católica de Trujillo Benedicto XVI, 2024-03-15) Lliuya Díaz, Georch Clinton; Guevara Zagaceta Adolfo; -
    Esta investigación sobre el sufrimiento Humano ante la Cruz de Cristo, trata de reflejar todo el agobio humano ante una realidad de sufrimiento, que pasaba el pueblo hebreo en búsqueda de felicidad sin dolores y sufrimientos alguno. En esta búsqueda de dar respuesta a las causas del sufrimiento, comenzaremos un recorrido por las Sagradas Escrituras y la tradición Patrística que mencionan las causas del sufrimiento humano, puesto que, en ellos, se encuentra una sabiduría para comprender y entender sobre las causas de ese mismo mal (sufrimiento) En el Nuevo Testamento Cristo dará a conocer a los hombres que el sufrimiento humano, no tiene sentido si no se sufre en bien de la verdad, como resultado trayendo la paz y la felicidad interior. En el antigua testamento la causa del sufrimiento parte desde la rebeldía humana y sus caprichos por vivir una libertad mal expresada; por eso nuestro Señor Jesucristo en su estadía por la tierra junto a los hombres, viene a explicar todo sobre el sufrimiento fatalista que se tiene en el pensamiento de los hombres; convirtiéndolo en el mejor sentido del sufrimiento por la verdad experimentada por San Pablo y escrita en la Carta a Timoteo: “Querido hermano he sufrido a causa de la verdad y he obtenido la corona que no se marchita, Cristo Jesús sufrió para liberar a los hombres de las ataduras del mal y he sufrido por él para llevarlos a la gloria que Cristo nos ha prometido” Esta investigación recorre también un camino filosófico y teológico en el magisterio de la Iglesia y por medio de testimonios de conversión del cristianismo al rechazo de Dios a causa del sufrimiento podemos manifestar el sufrimiento humano tiene sentido por la verdad llevando a los hombres a la felicidad eterna como lo vemos en San Mónica en la búsqueda de la conversión de su hijo y logrando la conversión del mismo. En esta batalla de pensamientos filosóficos y teológicos el sufrimiento fatalista del filósofo queda reducido ante el sentido verdadero sufrimiento por la verdad. El sentido del sufrimiento ante la Cruz de Cristo y la presencia de María Santísima llega como un aspecto de bendición y no de maldición como el hombre piensa en estos tiempos. La mirada de esa cruz que vertió la sonrisa del triunfo aniquilo aquel dolor sin esperanza poniendo como sentido de esperanza la resurrección con Cristo el Señor, la imagen de María nuestra madre nos acompaña para la feliz victoria donde alcanzaremos en la gloria del cielo, historia y corona que no se marchitan.
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    El hombre como «imagen de dios» en el pensamiento teológico de San Agustín
    (Universidad Católica de Trujillo Benedicto XVI, 2024-02-09) Ugaz León Roberto Andrés; Pacherres Torrejon Marco Antonio; -
    Recientemente el Concilio Vaticano II ha retomado la visión del hombre como «imagen de Dios», especialmente en su constitución pastoral Gaudium et spes. También ha manifestado la necesidad de un renovado interés en el estudio de la antropología en la Iglesia. De entre las grandes mentes que examinaron al ser humano desde la visión teológica en la historia de la teología católica, resalta de modo eminente la figura de san Agustín. El presente trabajo de investigación busca realizar una aproximación al concepto del hombre como «imagen de Dios» en la antropología teológica del Santo de Hipona, a partir de su obra De Trinitate.
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    La persona de maría en la espiritualidad sacerdotal un aporte a la vida y ministerio del presbítero en nuestros tiempos
    (Universidad Católica de Trujillo Benedicto XVI, 2024-02-09) Ardila Duque Jacobo; Pacherres Torrejon Marco Antonio; -
    Una de las dimensiones que abarca el proceso de formación de los candidatos al sacerdocio es la dimensión espiritual. Integrada junto con las otras dimensiones: Humana, Intelectual y Pastoral, busca abarca a plenitud el ser de la persona y orientar su vida y discernimiento en razón de la vocación a la que ha sido llamado el candidato. Por tal motivo, en el presente trabajo se abarcará un aspecto de esta dimensión espiritual en conjunto con el análisis teológico que nace de la contemplación de la persona de María y la forma en la que, desde sus características y cualidades, aporta a la vida del presbítero en nuestros tiempos. De este modo, se propone una aproximación a las características fundamentales que ponen de relieve las Sagradas Escrituras, sobre la persona de María, y como a lo largo de la Tradición Patrística y el Magisterio se va abordando la presencia de María en la Iglesia y el modo en cómo se va incorporando en la espiritualidad sacerdotal. De este modo, se presenta una propuesta a la luz de espiritualidad mariana con el fin de motivar y promover una cultura formativa que encuentre y descubra la riqueza de la presencia de la Santísima Virgen María en la vida del ministro ordenado y de aquellos que se preparan para recibirla.
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    La vivencia de fe en la devoción al Cautivo de Ayabaca
    (Universidad Católica de Trujillo Benedicto XVI. Fondo Editorial, 2023-09-20) Guerrero Herrera, Yeider; Villanueva Pomacondor, Eleodoro
    Esta investigación trata el hecho vivencial de la persona en su fe, el cual se viene desa-rrollando desde los primeros años de su vida, como un acontecimiento aprendido en la familia y en la sociedad, este hecho vivencial se manifiesta en actos religiosos propios de su cultura. El hombre es religioso desde su creación, Dios la ha dado la autonomía al hacerlo con la misma imagen y semejanza del creador. El hombre libremente puede estar unido a las grandes manifestaciones que puede recibir de lo divino. En el campo de la antropología de la religión, el hombre está centrado esencialmente en la vivencia de su fe, en la cual busca expresar su amor a lo divino. Esta expresión de la fe en el norte de nuestro país se da mediante la veneración de la imagen del Señor Cautivo de Ayabaca. Ayabaca es una ciudad ubicada en la región Piura. En este campo de lo religioso se ve que el hombre libre y voluntariamente busca tener el encuentro con Dios mismo, desde su cultura. El hombre por naturaleza está llamado a una vivencia que Dios le otorga para sí mismo, esta vivencia de fe se puede realizar en forma comunitaria y, recibe de los demás y se proyecta hacia ellos. Este camino de fe nos lleva a reflexionar sobre las posibilidades que el mismo hombre puede encontrar, en el arte y la belleza para gustar del amor de Dios; este amor nos man-tendrá en una tensión constante, y aunque somos criaturas caídas al pecado, estamos lla-mados a la redención. La experiencia del pecado no justifica quedarse plantado, sino que con la gracia el hombre se hace más fuerte. En el seguir del tiempo este hombre será redimido y será libre de caminar en la esperanza; Dios creó al hombre en comunidad, no para la vida individual, sino para formar una unidad social. También la devoción al Señor Cautivo nos lleva a la comunidad, a la unidad social. Dios quiso santificar y salvar a los hombres por eso envió al Hijo para rescate de la humanidad.
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    Matrimonio signo del amor de Dios
    (Universidad Católica de Trujillo Benedicto XVI, 2022) Valle Lozano, Luis Alberto; Pacherres Torrejón, Marco Antonio
    El trabajo de investigación pretende describir como actúa Dios en el sacramento del matrimonio signo de su amor, teniendo el problema que a causa de un contexto sociocultural materialista y relativista, el matrimonio va perdiendo su verdadero significado y lugar que le corresponde en la vida cristiana, siendo para muchos algo común y corriente dentro de la sociedad del descarte. El método utilizado es descriptivo y teológico. El objetivo es explicar sobre la belleza del matrimonio teniendo en cuenta que no es un simple desear o querer del ser humano, sino que es parte del proyecto Divino. Donde los cónyuges colaboran con Dios mediante la misión encomendada. En tal sentido, esta investigación es importante porque concientiza a la humanidad que el matrimonio no es una carga para quienes lo acogen, sino más bien es fruto de la gratuidad del amor de Dios, mediante el cual la gracia de Dios invade a los cónyuges, permitiéndoles caminar juntos hacia la santidad y participar de la felicidad plena. Por tanto, se ha llegado a la siguiente conclusión: El matrimonio encuentra su fuente en el amor de Dios, se casan siendo felices para transmitir la vida a través del amor; es fecundo, lo puede todo, las exigencias son mutuas donde los cónyuges responde responsablemente, colaboran y caminan juntos a la santidad; siendo manifestación de la ternura de Dios en la tierra.
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    La teología del pueblo, raíces teológicas argentinas para américa latina
    (Universidad Católica de Trujillo Benedicto XVI, 2021) Quispe Panaifo, David Jose; Pacherrez Torrejón, Marco Antonio
    Hasta hace algunos años se escuchaba poco de la “Teología del Pueblo”; sin embargo, es una teología que lleva más de 50 años de reflexión, y por eso en la actualidad se pueden encontrar significativas reflexiones sobre la misma. En América Latina no sonó con mucha fuerza. Fue a partir de la elección del Papa, el cardenal Jorge Mario Bergoglio, arzobispo de Buenos Aires, que se presentó ante el mundo con el nombre de Francisco, marcando desde el interior, la orientación de su pontificado. “No te olvides de los pobres”, le había dicho el cardenal Hummes al saludar su nombramiento. No se dejó esperar la respuesta del papa Francisco “sueño con la Iglesia pobre y misionera”. Desde entonces se habla con frecuencia de una ‘teología argentina del pueblo’ y la relación que tendría con la teología latinoamericana de la liberación, así como con la opción preferencial por los pobres. Es importante tener en cuenta que el cardenal Bergoglio no perteneció directamente a esa corriente teológica argentina, pero sí recibió la influencia de grandes teólogos argentinos como Lucio Gera, Rafael Tello y Juan Carlos Scannone, lo que aprecia en sus abundantes escritos pastorales.
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    Salvación y liberación: una soteriología con los pobres
    (Universidad Católica de Trujillo Benedicto XVI, 2021) Marquez Valdivia, Andre Fernando; Lydon Mc Hugh, John Joseph
    La llegada de la muerte como expresión tácita de finitud y manifestación de mortalidad se ha convertido en un tema de angustia existencial para los hombres, por lo que a lo largo de la historia han buscado perpetuarse de maneras diversas, sea desde la guerra, el arte, la memoria, la religión, etc. Dicha situación no ha sido ajena para los cristianos, por lo que el tema de la salvación, y con ello la posibilidad de participar de la eternidad del Padre, ha jugado un papel determinante en su vida, convirtiéndose en el eje iluminador de su fe. Esta búsqueda empecinada ha llevado a que la concepción de salvación se reduzca unidimensionalmente enfocándose en el sujeto y la trascendencia, dejando en el olvido la realidad temporal, las consecuencias sociales que tiene el pecado personal y la existencia de un pecado social; además, va a enfocar la fe como un fenómeno subjetivo ajeno a la esencia comunitaria propia del cristianismo. Por ello, es necesario realizar una relectura del concepto de salvación que, desde su doble tensión, es decir, entre la personal y comunitaria, y entre la trascendente e inmanente, nos muestre que una verdadera soteriología sólo puede construirse a partir de la unidad esencial entre la salvación y la liberación de todo lo que mantiene a los hombres oprimidos en el plano inmanente.
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    El sacerdocio: un encuentro de amor “en la raíz de todo ministerio sacerdotal hay un encuentro de amor”
    (Universidad Católica de Trujillo Benedicto XVI, 2021) Lazo Salas, Fernando Diojen; Villacorta Nuñez, José Luis
    La alegría de ser sacerdote radica en la experiencia de un encuentro de amor, es decir que en la raíz de todo ministerio sacerdotal hay encuentro de amor, que lo trasciende y lo abarca todo, es más, nos sobrepasa a tal magnitud que nos quedamos demasiados cortos. Esta realidad parte del amor de Dios a los hombres para una transformación nueva en su vida y en la vida de los demás, porque estará al servicio de ellos. La experiencia del encuentro de amor se ve reflejado ya en la historia de la salvación, cuando Dios sale de sí mismo por amor y crea todas las cosas, es una manifestación emblemática para la humanidad tener un hogar y un Padre que nos ama. Dichosos quienes son llamados a este acontecimiento de amor, de entrega y de belleza que lo desvela todo desde su amor. Es Dios quien da el primer paso y sale al encuentro del hombre por amor, todo lo hace movido por su amor. Es el Dios amoroso, que lo trasforma todo para una nueva realidad a la que invita a todos a participar de ella. Es el corazón de Dios que busca al hombre más sencillo para engrandecerle y encargarle una misión en favor de los otros.
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    La evangelización en América Latina
    (Universidad Católica de Trujillo Benedicto XVI, 2021) SÁNCHEZ LUNA, RODILBERTO; VILLACORTA NÚÑEZ, JOSÉ LUIS
    Evangelizar es comunicar una buena noticia a los pobres. Ser un verdadero evangelista, creo que demanda de mucho esfuerzo. Así mismo, evangelizar requiere también de una buena actitud de verdaderos cristianos con el deseo de comunicar el mensaje Dios. Por otro lado, el eje central de la evangelización es, sin duda, la fidelidad al mensaje de Cristo, del cual somos servidores, y por ello hemos tratar de trasmitirlo intacto y vivo y, sobre todo, de una manera comprensible y persuasiva. Es sabido, que Jesús es el primer evangelizador, por lo cual, nos ofrece una ruta segura para abordar el tema de la evangelización en América Latina. Lo primero que nos atrevemos a rescatar de Jesús, como evangelizador, es que tiene la convicción de que existe una Buena Noticia que anunciar. Por esta razón, su vida y misión se constituyen al servicio de esa buena noticia. Por otro lado, la evangelización es, ante todo, una invitación a convertirnos a ese Cristo adhiriéndonos a la comunidad de los que creen, a fin de que esta salvación triunfe en nosotros y en la sociedad latinoamericana, y por qué no decirlo en la sociedad universal.
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    Sinodalidad, dimensión constitutiva de la iglesia. Nuevo modo de porceder eclesial para el tercer milenio
    (Universidad Católica de Trujillo Benedicto XVI, 2021) CÓRDOVA PASAPERA, OTTO HISOMIRO; ANGULO BAZAUR, RICARDO EXEQUIEL
    En el 2018 el Papa Francisco tuvo un encuentro con un grupo de sacerdotes de los Países Bálticos donde intervino un sacerdote joven, que tenía tan solo tres años de ordenado, quien le preguntó de qué manera lo puede ayudar. La respuesta del Santo Padre fue la siguiente: ¡Gracias!... lo que hoy hay que hacer es acompañar a la Iglesia en una profunda renovación espiritual. Yo creo que el Señor está pidiendo un cambio en la Iglesia. He dicho muchas veces que una perversión de la Iglesia hoy es el clericalismo. Pero cincuenta años atrás lo había dicho claramente el concilio Vaticano II: la Iglesia es el pueblo de Dios. Leed el número 12 de Lumen gentium. Siento que el Señor quiere que el Concilio se abra camino en la Iglesia. Los historiadores dicen que para que un concilio sea aplicado hacen falta cien años. Estamos a mitad de camino. Por tanto, si quieres ayudarme, actúa de manera de llevar adelante el Concilio en la Iglesia. Y ayúdame con tu oración. Necesito mucha oración. (Spadaro, 2018) La respuesta del Papa Francisco fue lo que motivó el tema de esta tesina. Su elección ha significado un aire fresco para la Iglesia, sobre todo para los que ponían en tela de juicio el compromiso y fidelidad de la Iglesia a su misión, que intuían una crisis al interno de la misma. El acontecimiento de su elección, desde el primer contacto con el Pueblo de Dios peregrino en la plaza de San Pedro, estuvo lleno de gestos con una gran profundidad teológica; gestos que junto con sus expresiones pusieron el dedo en la herida no solo de la Iglesia, sino también de la humanidad: la necesidad de la misericordia como fuerza renovadora y principio de reforma y la urgencia de una cultura del encuentro frente a una Iglesia y sociedad autorreferencial. Todas sus expresiones y gestos, por ser un hombre de fe, tienen como sustrato una fuerte experiencia personal de la Persona de Cristo, una herencia de formación espiritual e intelectual, una experiencia pastoral; el Papa Francisco es un papa del postconcilio, que no se detiene en reflexiones intelectuales sesudas, él hace y expresa Concilio Vaticano II; su pontificado tiene una fuerte connotación pastoral, la pastoralidad es la clave hermenéutica de la recepción Conciliar. Haciendo referencia a la respuesta del Papa Francisco, exponemos cuatro puntos que argumentan la importancia de la elección de nuestro tema de estudio.
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    La humanidad del verbo encarnado que salva
    (Universidad Católica de Trujillo Benedicto XVI, 2020) Cortez Zamora, Carlos Alberto; Guevara Zagaceta, Adolfo
    Estas páginas aspiran a ser, ni más ni menos, una investigación de índole bibliográfica sobre la Humanidad del Verbo Encarnado que salva. Esto, tal vez, implica una intrepidez personal, ya que no será fácil su desarrollo, tanto por la amplitud que encierra en sí mismo el tema, como por la extensa bibliografía que al respecto han desarrollado muchos autores. Por eso, pretender abarcar toda esta amplia información resultaría imposible; de ahí que los tres capítulos del presente informe solo intentarán acercarse a una explicación esquemática y concisa. Aquí tienen al hombre (Jn 19, 5). Esta afirmación presenta de manera contundente y sin temor que Jesús fue verdadero hombre; a Él, los primeros apóstoles, concretamente Pedro, lo reconoció como “el Cristo, el Hijo de Dios vivo” (Mt 16, 16). Por eso, Él es el enviado de Dios, en Él está la esperanza y el consuelo de la humanidad que sufre; Él, en definitiva, es el hombre que “ha venido a buscar y salvar lo que estaba perdido” (Lc, 19, 10), pues, “no hay bajo el cielo otro nombre dado a los hombres por el que nosotros debamos salvarnos” (Hch 4, 12). Por tanto, Jesucristo verdadero Dios y verdadero Hombre, es el Salvador de la humanidad; tal es el misterio central de la fe cristiana que se ha profesado desde la era apostólica en adelante. Él se ha constituido en camino de salvación, de ahí que, solo por Él y en Él el hombre puede llegar a ser hijo de Dios. Ante lo expuesto, surgen innumerables preguntas que, desde luego, serán el hilo conductor que facilitará la exposición de los diferentes apartados de este informe; así, por ejemplo, resulta vital preguntarse ¿Desde qué aspecto, momento o acontecimiento es posible hablar de la humanidad del Hijo de Dios? ¿Cómo entender dicha humanidad frente a la nuestra? ¿Hasta qué punto se puede determinar su dimensión salvadora? Y si es verdad que Cristo vive ¿Dónde está presente? ¿Dónde se manifiesta como Salvador al hombre? Y de nuestra parte ¿qué nos corresponde hacer como seres salvados por la gracia de Dios? Estas y otras cuestiones se irán exponiendo a lo largo del desarrollo de los tres capítulos que comprende el presente trabajo, buscando, desde luego, consolidar la vida de fe de quienes se sienten necesitados de un Salvador humano y sobre todo cercano a la realidad concreta de los hombres. Tal es el objetivo que ha despertado el interés, el esfuerzo y el empeño de la redacción de las siguientes páginas que el lector tiene a su alcance.
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    La religiosidad popular como elemento de identidad cultural en la sierra de la Arquidiócesis de Trujillo
    (Universidad Católica de Trujillo Benedicto XVI, 2021) Eustaquio Gamboa, Alfredo Antonio; Chavarry Castillo, Edinson
    El análisis de las diferentes costumbres y estilos de vida de un determinado lugar, nos brindan un profundo acercamiento a la vida cotidiana de los pueblos; sin embargo, muchas veces dejamos de lado nuestra mirada a la manifestación sociocultural llamada: “religiosidad popular”, motivo de gran provecho para aproximarnos más fielmente al sentir y pensar de su gente. Toda esta realidad puede ser identificada como el elemento motivacional para indagar acerca de lo religioso en determinadas comunidades, percibir más acerca sus creencias y manera de pensar y la forma cómo aparece ese sentimiento que es capaz de reunir a todo un pueblo. Todo esto, sin lugar a duda, se ha trasformado en la encarnación cultural de la fe misma. Cada comunidad desarrolla una extensa escala de rituales y prácticas religiosas, las mismas que ha adaptado según su tradición y costumbre, convirtiéndose estas expresiones en un patrón cultural con lo cual consiguen identificarse. Gracias a esta práctica del pueblo, descubrimos en esta religiosidad un gran tesoro, valores ocultos admirables, que van más allá de los defectos que pueden aparecer en algunas circunstancias. Dentro de la “fe popular andina”, hay mucho de aprovechable, surge la tarea de salvarla, respetarla, canalizarla, y fomentarla dándole vida. Tengamos en cuenta que el tema de la religiosidad popular, aun hoy en día, despliega opiniones divididas. En muchas ocasiones, se ha tratado de desechar y desprestigiar todo lo referente al mundo religioso de experiencias, costumbres, ritos y celebraciones, llegándose en algunos casos a decir que no había en todos esos elementos religiosos más que restos de creencias y prácticas paganas. Es evidente que no podemos tomar el camino de los que al aislar la religiosidad del pueblo sencillo, alma de su cultura, ofenden al mismo pueblo, imponiendo formas y soluciones en contra de sus más hondos sentimientos. Identificamos así la realidad de muchos poblados que nos acercan a la existencia de una religiosidad popular que enlaza a la cultura y la religión: la expresión de una fe basada en emociones, gestos, costumbres que logran hacer de un pueblo, un espacio único. A partir de las observaciones presentadas, el principal objetivo sobre el cual se desenvuelve este trabajo es el de contribuir a través del análisis de la religiosidad popular en la sierra de la Arquidiócesis de Trujillo, al reconocimiento y valoración de una ambiente religioso, rico en expresiones y prácticas rituales; dentro de las cuales toma un rol importante la creatividad, el entusiasmo y la fe de un pueblo que se resiste a perder sus orígenes y tradiciones. De acuerdo a esto, las fiestas patronales, basadas en la fe y devoción asociadas por lo general a determinadas advocaciones, títulos o misterios en honra de la Virgen María, de Cristo o de los santos, han logrado convertirse en una de las importantes fuentes de identidad comunitaria de los lugareños, pasando de ser solo una fiesta en un determinado momento a convertirse en manifestaciones de fe, que forman parte de lo ordinario de sus habitantes.
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    La Confirmación: un sacramento de iniciación en el Teologo Dionisio Borobio
    (Universidad Católica de Trujillo Benedicto XVI, 2020) Ponte Campos, César Vincent Martín; Farfán Córdova, Edinson Edgardo
    Este trabajo de investigación se ha elaborado con el objetivo fundamental de concientizar a los fieles cristianos, que, una vez recibido el sacramento de la Confirmación, se debe dar fruto en la vida de la Iglesia y en el mundo, eliminando de esta manera el pensamiento equivocado de muchos que afirman, que solamente es “un Sacramento que se recibe en la juventud y que es parte de culminación de un proceso que pide la Iglesia”. El presente trabajo se ubica en la rama de la teología denominada “teología sacramental”. En su esencia más íntima este Sacramento significa, la plenitud del don del Espíritu Santo en la vida del creyente, y tiene como fin llevar al cristiano a la madurez espiritual y a la culminación del proceso de la Iniciación Cristina; pero, no como un requisito que pide la Iglesia, sino como lo que es en realidad, una necesidad profunda y real en la vida espiritual del hombre. Esta verdad fundamental debe llevar al hombre a ir más allá del rito externo del Sacramento, que si bien es cierto se recibe una sola vez en la vida, y para el cual la iglesia pide sea administrado en la etapa de la juventud, este Sacramento puede ser recibido lícitamente según sea el caso, después de la juventud. Teniendo presente que ser confirmado es un acontecimiento necesario, por el que todo cristiano debe pasar, pero a la vez siendo consciente del compromiso que va a asumir y de las implicaciones del mismo, en su vida personal y social dentro de la iglesia y fuera de ella. Es por ello que este trabajo de investigación lleva por título “La Confirmación: Un Sacramento de iniciación en el teólogo Dionisio Borobio”, cabe decir que nuestra principal preocupación será descubrir la riqueza de este sacramento en la vida personal y eclesial del creyente. Nuestra Iglesia será reflejo del reino de Dios que ha llegado ya, en la medida que se comprometa en la construcción de un mundo más solidario y fraterno, convicción que el cristiano adquirirá en la medida en que deje de ver a los sacramentos sólo como simples actos públicos, sociales, que no tienen repercusión en la vida espiritual del hombre y mucho menos en la vida de la Iglesia. Es importante plasmar de forma clara el objetivo de este trabajo de investigación que es que el Confirmado, sea consciente que después de recibir la plenitud del Espíritu Santo en este Sacramento, recibe una misión, aquella misión que se traduce en un compromiso con la comunidad eclesial a la cual pertenece y desde ella con el mundo, siendo de esta manera capaz de testimoniar al mundo con su palabra y con su ejemplo, la alegría de ser enviado a proclamar; que la acción permanente, activa, presente, transformante y regeneradora que él da a su Iglesia y de la cual quiere que todos sean partícipes. En el Primer Capítulo, presentaremos el estado actual del sacramento de la Confirmación, para ello estudiaremos a groso modo el proceso largo por el cual tuvo que pasar este sacramento hasta llegar a su independencia actual, siguiendo una línea gradual que pondrá ante nosotros la realidad de este proceso de identificación sacramental, para lo cual partiremos del concepto de Iniciación Cristiana, para así poder identificar el lugar que ocupa este Sacramento dentro de ella, nos valdremos de las Sagradas Escrituras, en las cuales no se habla propiamente este sacramento, tomaremos también el aporte confiable de los Padres de la Iglesia, por mencionar sólo alguno de ellos San Agustín y San Ambrosio, y asimismo del Magisterio de la Iglesia, concretamente el Concilio Ecuménico Vaticano II, nos dará las directrices para una definición ya más clara de este sacramento a la cual llegamos. En el Segundo Capítulo, presentaremos la teología del sacramento de la Confirmación, en la cual se pondrá énfasis en la institución del sacramento, su fundador y su fundamento, y todo lo que ello implica, tendremos en cuenta también la relación que existe entre el Bautismo y la Confirmación, sabiendo que no son idénticos, sino independientes. En el Tercer Capítulo, se tratará del sacramento como signo de la fe, esta fe que es signo constitutivo de todo sacramento y que por ende debe serlo también del sacramento de la Confirmación, fe que llevará a reconocer al Espíritu Santo como don de Dios, como ese sello que marca al hombre no sólo en lo externo sino en su interior, en su corazón, como pertenencia de él. Don que se deja experimentar en el acontecimiento de Pentecostés, que es cumplimiento de la promesa de Cristo de enviar al Paráclito. Finalmente, después de estudiar los elementos principales del sacramento de la Confirmación realizaremos una reflexión teológica-pastoral, con el fin de presentar a los lectores unas directrices de acción y vivencia del sacramento una vez recibido, pues estamos convencidos que no todo el que diga “Señor, Señor entrará en el reino de los cielos, sino; el que cumple la voluntad del Padre”.
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    Eucaristía, Fuente y Culmen de toda vida cristiana
    (Universidad Católica de Trujillo Benedicto XVI, 2020) Jimenez Salirrosas, John Leener; Farfán Córdova, Edinson
    En el transcurso de estos años de formación intelectual y espiritual en el “Seminario Mayor San Carlos y San Marcelo”, fue difícil decidir la temática de este trabajo. Luego de una larga y metódica investigación de temas posibles, fue gracias a la participación diaria en la celebración Eucarística y en la observación del modo en que los fieles viven la Eucaristía, el motivo por el cual me decidí emprender este tema: “Eucaristía, fuente y culmen de toda vida cristiana”. El presente trabajo, tiene el propósito de mostrar a todos los bautizados que la Eucaristía es y ha sido siempre la cumbre de nuestra vida, ya que así fue vivida desde los inicios en la Iglesia primitiva, y posteriormente en los siglos siguientes; y que en nuestra actualidad se ha ido debilitando y minimizando su celebración y compromiso que exige. Se espera que estas páginas, motiven y sirvan de ayuda a todos los cristianos a volver a las fuentes para encontrar el significado profundo de la institución de la Eucaristía. El objetivo general es analizar las diferentes etapas que tuvo que pasar el sacramento de la Eucaristía, desde su institución, su fundamentación histórica, Patrística y del Magisterio, con el propósito de situar a este sacramento en el centro de nuestra vida, y de esta manera, sirva como referencia teológica para sustentar nuestra tradición cristiana de celebrar y vivir la Eucaristía como una cena que convoca y ofrece vida para todos los que acogen su llamado. Para lograr este objetivo, se ha utilizado la visión teológica propuesta por el Padre José de Baciocchi en su libro “La Eucaristía”. El desarrollo de esta tesina está organizado en tres capítulos: En el primer capítulo se sitúa las fuentes y referencias de la celebración eucarística; a la vez que se profundiza, por medio de los Evangelios, los Hechos de los Apóstoles y de la carta de San Pablo a los Corintios, en una mirada retrospectiva a la conmemoración de la pasión del Señor que fue verdadero sacrificio y que se actualiza en cada celebración, en forma de banquete o decomida, por ello se detalla el modo en que se vivía la centralidad de la Cena del Señor en la vida de la Iglesia primitiva, perpetuando el mandato de Jesús (Lc 22,19-20) en esa praxis de los primeros cristianos, entorno a compartir el pan y el vino como alimentos sagrados. En el segundo capítulo se aborda la centralidad de la Eucaristía en la vivencia vista desde la Tradición Patrística. Son los Santos Padres de la Iglesia los que nos relatan y viven de un modo ininterrumpido ese mandato del Señor “haced esto en memoria mía”. La vivencia Eucarística en la Iglesia Patrística estaba bien consolidada y vivida, hasta el extremo de dar la vida por Cristo. Se vio también en este capítulo algunas controversias de siglo IX que surgieron en torno a la presencia real de Cristo en las especies consagradas y cómo la Iglesia respondió doctrinalmente por medio del Magisterio a esas desviaciones doctrinales principalmente el Concilio de Trento y posteriormente el Concilio Vaticano II. En el último capítulo se presenta la unidad de la Eucaristía y la Eclesiología, en esa relación indispensable entre ellas, se muestra las dificultades y los nuevos retos, los cuales reducen la vivencia de los hombres en esa comunión eucarística y eclesial. Se analiza también la relación con el futuro, ya que este sacramento prefigura la comunión Escatológica que se tendrá con Dios en la Patria Celestial. Se estudia además la figura de María como mujer Eucarística, resaltando las particularidades de María como modelo del discípulo y madre de la Iglesia. Y como último punto de estudio, se realiza una perspectiva pastoral con algunos enfoques conclusivos que puedan ser aplicados en nuestra tarea misionera para recuperar la centralidad de la Eucaristía, y sirva como guía práctica en la vida de todo cristiano que desee consolidar sus conocimientos sobre este sacramento, ya que en muchos casos se desconoce o se conoce muy poco.
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    El hombre en conexión con Cristo en "La Esencia del Cristianismo" de Romano Guardini
    (Universidad Católica de Trujillo Benedicto XVI, 2020) Fuentes Ortiz, Ramiro; Cordova Valenzuela, Eleuterio
    En la presente investigación se busca la fundamentación de la conexión del hombre con Cristo a través de la esencia del cristianismo de Romano Guardini. En esta obra se aborda y se reflexiona sobre el cristianismo en abierto diálogo con otras religiones desde las más próximas, las religiones monoteístas, como el judaísmo y el Islam, hasta las más lejanas, las grandes religiones orientales. Todo lo cual constituye el pórtico de una reflexión sobre lo que tiene de específico el cristianismo, en donde se destaca una vigorosa reinterpretación de la relación del hombre con Dios. Esto podría interesar a toda persona abierta, con preocupaciones religiosas e intelectuales, para quienes la teología cristiana puede dar luces para la reflexión y el diálogo que puede ser perfectamente instructivo y valioso. Frente a la interrogante ¿qué es la médula de la cristiandad? la respuesta la encontramos de modo evidente y claro en Nuevo Testamento: es Jesucristo y esto es lo que me propongo evidenciar en este trabajo a través de la obra de Romano Guardini. Esta pregunta está latente desde los inicios del cristianismo, en nuestros tiempos la sociedad está marcada por diversas creencias y se profesan distintas religiones, cada una trata de vivenciar y fundamentar su doctrina. Por eso es importante dar una respuesta convincente y evidenciar que vivir el Evangelio es un vivir en Cristo. La misión y el problema de la Iglesia en sí, es anunciar el Evangelio al no conocer a Cristo, muchos conocen poco o simplemente tienen una errática Comprensión del misterio de Cristo no buscar relacionarse, unirse, integrarse, configurarse con Él para formar el Cristo total, Cristo y la Iglesia, Él la Vid y nosotros los sarmientos1 Frente a esta misión el Magisterio Eclesial se ha pronunciado en diversos documentos, planteando las formas correctas de interpretación y vivencia teniendo siempre a Cristo en su ser, voz o verbo, y en su realizacion. La actual tarea del creyente corresponde seguir la correcta doctrina, confiada a la Iglesia para no tener una errada vivencia en la relación con Dios. Por ello este trabajo tiene como objetivo principal exponer lo que es lo esencial del ser cristiano en el escrito de Romano Guardini “La esencia del cristianismo”. Este objetivo se cumple a través de cuatro capítulos. En el capítulo I presento las nociones preliminares necesarias para ubicar la obra de Guardini que dio respuesta en su tiempo y tiene una valencia actual en este tiempo. En el capítulo II se presenta el planteamiento de la esencia del cristianismo donde nace con el verbo encarnado2 y no obtendra desligarse de Él, es decir que lo constituye una persona concreta: Cristo. Éste planteamiento se desarrollará en dos grandes momentos: por un lado está en el Nuevo Testamento e inicios de la Iglesia y por otro desde la época moderna en adelante. En el capítulo III se aborda la respuesta propia de Guardini donde analiza a los maestros espirituales, a los profetas, apóstoles y llega a la afirmación que ninguno pretende ser el contenido mismo de su predicación como es el caso de Cristo. Lo esencial al cristianismo se desarrollará en siete momentos claves, todos ellos con su centralidad en Cristo. En el capítulo IV se enfoca la mediación y redención de Cristo, Él limpia nuestra naturaleza enferma de pecado y nos da una carne limpia de todo pecado, es así que se da nuestra participación en Cristo. Llegamos al resultado donde podemos sintetizar con Guardini que la esencia del cristianismo es el ser de cristo, en su indivisibilidad trascendental y a traves de su bienaventuranza perenne corresonde al estrato precisado en el subisitir, el proceder y en el principio de lo cristiano. Ahora concluyendo y a fin de elaborar evidentemente en un exclusivo aspecto la emvergadura de estas incognitas, insinuaremos a la confirmaicion clásica del resultado cristiano a modo de creencia de filantropia (amor). Sin embargo este asierto debe entenderese no absolutamente, tampoco como filantropia religiosa no obstante como amor encaminado a una persona concreta, como posibilidad absoluta: Jesu Verbo divino. Son relevantes y actualmente importante las conclusiones que podemos concluir de la visión de Guardini sobre la esencia del cristianismo y quisiera compartir.
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    Matrimonio católico hoy Una aplicación pastoral para las familias a la luz de “Amoris Laetitia”
    (Universidad Católica de Trujillo Benedicto XVI, 2020) Cabezas Pinchi, David Alonso; Farfán Córdova, Edinson
    El matrimonio católico está perdiendo poco a poco su sentido original que es, ser un sacramento de la Iglesia instituido por Cristo para la santificación de los esposos. Las jóvenes parejas al no conocer la importancia y los fines del matrimonio prefieren convivir antes que casarse. Los matrimonios católicos y también los que no lo son, cuando sufren alguna crisis terminan por separarse a poco tiempo de haberse casado, debido a la falta de madurez y también la carencia de no haber llevado una guía matrimonial y familiar, que les hubiera permitido tomar las cosas con más serenidad y responsabilidad. El matrimonio tiene un panorama amplio pero mi mirada va en dirección del matrimonio como sacramento en la Iglesia. Esto hace que me pregunte ¿la Iglesia va en busca de estos matrimonios y familias como si fuera la oveja perdida? ¿Se preocupa por ellas? ¿De qué manera? La respuesta a estas preguntas se pueden resumir en estas palabras: «La alegría del amor que se vive en las familias es también el júbilo de la Iglesia» estas palabras son tomadas de la exhortación apostólica “Amoris Laetitia” del santo padre Francisco y nos muestra el verdadero rostro de la Iglesia para con los matrimonios y familias en la actualidad. La exhortación apostólica “Amores Leticia” ha recogido los aportes de los dos resientes sínodos sobre la familia agregando otras consideraciones que puedan orientar la reflexión, el diálogo o la praxis pastoral, también ofrecen aliento, estímulo y ayuda a las familias en su entrega y en sus dificultades1. Sus aportes serán tomados para esta tesina sobre todo para darnos luces en la práctica pastoral.El tema concluyente consta de tres capítulos: su objetivo es buscar en el matrimonio católico las diversas formas de aplicación pastoral y así dar luces para la felicidad y la comunión de las familias. En el primer capítulo definiré el matrimonio católico entendido desde el Antiguo Testamento recorriendo por la creación de la primera pareja y la idea divina del matrimonio, conoceremos lo que significaba el matrimonio para los patriarcas y el pueblo escogido. En el Nuevo Testamento veremos la indivisibilidad, unidad y finalidad del matrimonio por ultimo daremos la noción del matrimonio sacramental y todo lo que conlleva esta definición: los testigos, los ministros, la materia y la forma. Al final incluiremos la definición del matrimonio que da el catecismo de la Iglesia católica. El segundo capítulo tocará al matrimonio desde la teología empezando por la patrología, veremos la doctrina de los padres más importantes de los cuatro primeros siglos en el cual sobre sale San Agustín. En este capítulo seguiremos de cerca la doctrina de los teólogos en especial de Santo Tomas de Aquino y de San Alfonso María de Ligorio, terminando en el magisterio de la Iglesia, el cual suma el concilio Vaticano II, la doctrina de los tres últimos Papas acerca del matrimonio y de la V Conferencia General de Episcopado Latinoamericano y del Caribe en Aparecida. Para terminar en el tercer capítulo trataremos de sintetizar y comprender las diversas pastorales que tiene la Iglesia (la pastoral pre matrimonial, pastoral matrimonial, pastoral postmatrimonial, la pastoral familiar y la pastoral de los divorciados) para poder aplicarlas al matrimonio y a la familia de nuestros tiempos. Teniendo como base la Exhortación Apostólica Amoris Laetitia, la cual es una fuente enriquecedora que va mostrándonos el camino para llegar a una pastoral que busque y encuentra y traiga de regreso a las ovejas perdidas. Concluyendo con una reflexión teológica desde el punto de vista pastoral.
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    Fundamentos teológicos de la familia y los retos actuales
    (Universidad Católica de Trujillo Benedicto XVI, 2019) Nuñez Carrasco, Pepe; Villanueva Pomacondor, Eledoro
    El ámbito en que se desenvuelve el contenido de la tesina, es el campo antropológico, pero desde una visión básicamente teniendo en cuenta a las Sagradas Escrituras; por tanto la antropología bíblica nos ayuda a conocer al ser humano desde sus orígenes y como ha ido caminando a lo largo de la propia historia de la humanidad; nos permite ampliar nuestros conocimientos y abrir nuestros pensamiento con la razón para indagar en cuanto concierne al hombre, es decir en su forma corpórea, en conjunto, como ser en el mundo que está llamado a compartir toda su vida con los demás. Es propicio ver que el origen del hombre es por iniciativa de Dios, es su propia obra creador Dios muestra sus maravillas y de manera especial le brinda un realce a la persona, que lo creo libre y le concedió las facultades adecuadas y que le pertenecen a la naturaleza de la persona, y que el hombre se encargara de explorar cada una de ellas que le permitirán llevar una vida según la voluntad de su Creador. El ser humano desde su inicio fue creado, como un ser social que lleva impreso en sus propia naturaleza, por tanto según el relato Bíblico nos da a conocer que cuando el hombre fue creado y vio que estaba solo sintió la necesidad de poder contar con una compañera, alguien con quien si pudiera relacionarse como es debido ya que con las creaturas de la naturaleza no podía complementarse en cierto modo. Según los designios de Dios, le concede al hombre contar con una compañera que se pueda complementar y relacionarse mutuamente, así mismo veremos la misión que se le comunica a la humanidad entera, es decir de poder ser buenos administradores de los bienes de la casa común, según los signos de los tiempos, y que no es el único si no que debe cuidar y proteger los bienes para las próximas generaciones futuras que también desearan gozar de la propia creación de Dios. Como vemos, que la humanidad es por naturaleza busca ser sociable pero muchas veces cae en el error en cuanto que se forman pequeños grupos dentro de la sociedad y se vuelven exclusivos a tal punto de ir en contra de la dignidad de la persona sin tener en cuenta que es creatura de Dios y que todos merecemos un trato adecuado según corresponde, es por eso que tocaremos este tema para poder ir adentrándonos en el tema central de la tesina que trata de rescatar el tema de la dignidad del varón y de la mujer. En estos tiempos difíciles que se ven en nuestro entorno, ya sea a través de la corrupción en el ambiente social, político y económico, del mal trato que se le da al hombre y a la mujer en el campo laboral, en la falta de practica de los valores evangélicos, la visión de que la supervivencia es para los más fuertes y hábiles para engañar a las personas, perjudican a la célula de la sociedad y en vez de ir creciendo como personas más nos estancamos, pero ante todo ello siempre hay una luz de esperanza. Frente a estos desafíos cabe apostar por la vida del matrimonio y la familia como fuentes de bendición de Dios para con la humanidad, ya que Dios ha concedido a unos la vocación a la vida matrimonial y otros la vida consagrada según la misión de Jesucristo. Hablar del matrimonio y de la familia es un poco delicada aun cuando que el sujeto principal es el ser humano que es creatura de Dios y que posee una dignidad, que tiene libertad para poder asumir responsabilidades a corto y a largo plazo que se verán fructificadas en la vida del matrimonio y familiar; de tal modo que al iniciar una historia del amor de cada pareja hay que resaltar un elemento importante, es decir la vida de los cónyuges debe estar cimentada desde el amor. El varón y la mujer deben se consientes que en este proyecto que se encaminan juntos se cuenta con la bendición de Dios para superar cada uno de los desafíos que la misma realidad nos presenta, por tanto los bautizados caminamos en contracorriente a la manera de pensar de la sociedad. Al seguir nuestra vida de fe como buenos cristianos estamos llamados a vivir cada uno de los sacramentos que la Iglesia nos presenta de manera responsables y según corresponde la doctrina de la Iglesia. El matrimonio y la familia es el medio para promover vida de manera responsable según corresponde a las posibilidades de cada familia, siempre siendo conscientes que no son señores de la existencia, sino que es un don del Creador que hay que cuidarlo protegerlo y velar por su desarrollo integral; para que cundo los hijos se independicen de la familia se encuentren preparados para desempeñar su rol dentro de la misma sociedad. Como todo proyecto de vida en conjunto, la vida de la familia implica un conocerse mutuamente y donarse el uno al otro dejando de lado el egoísmo, para encaminarse a buscar el bien común, dentro de la misma familia y hacia el exterior; es decir su función con la sociedad y de manera especial con la labor de la Iglesia; que les llama a ser un espacio especial para cultivar la vida espiritual de la prole y de cada uno de los integrantes de los miembros de la familia que en unos casos es numerosa en cuanto que se viven los abuelos, los padres, los hijos y los sobrinos. La familia es una luz de esperanza que la barca de la Iglesia pueda ir a buen puerto, está en la misión de la Iglesia promover los medios adecuados que le permita a los matrimonios y familias ser perseverantes en la vocación que Dios por iniciativa propia les ha concedido. Ya que la familia cuenta con la vocación y la bendición de Dios está llamada a poder brindar un testimonio según corresponde a la voluntad de su Creador. Las parejas al inician su proceso del noviazgo puedan llevar a cabo cada una de las etapas sin salta o que mar etapas. Dios a través de la Iglesia le concede a la familia poder gozar de un día establecido a la semana para que se encuentre consigo mismo y le rinda culto a Dios, de manera personal, familiar y comunión con toda la Iglesia.
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    La liturgia en la iglesia del Vicariato Apostólico de Iquitos, aplicación pastoral en el Bautismo.
    (Universidad Católica de Trujillo Benedicto XVI, 2018) Vásquez Pasmiño, Roy Andrés; Guevara Zagaceta, Adolfo
    Liturgia y Sacramentos son dos aspectos diferentes, pero no dos realidades separadas. Ambos constituyen el mismo objeto existente en cuanto son celebraciones de la Iglesia. La celebración litúrgica no se reduce a uno de los siete sacramentos, sino que los siete sacramentos constituyen las celebraciones litúrgicas dentro de la Iglesia; los cuales solamente se puede vivir desde la experiencia de la fe. En realidad, es la misma vida de la Iglesia, y la vida de la Iglesia no es otra cosa que la renovación y la prolongación de la vida de Cristo en las almas a través de los siglos; es la vida del cuerpo místico de Cristo. Y a esa vida no es ni puede ser sino la vida Divina comunicada a los hombres. Por eso, “La liturgia nos mete y nos inunda del misterio para celebrarlo y vivirlo. Un misterio que en la misma celebración aparece no como abstracto y lejano, sino como cercano, presente, vivo y actuante a través de los símbolos”. (Borobio, 2006, p. 28). La liturgia como acción de Cristo y de la Iglesia, continúa la obra de salvación por medio de gesto, palabras y símbolos. Por eso, me gustaría hablar en este primer capítulo de modo general y a la vez dar algunos alcances de lo que es la vida litúrgica dentro de nuestra Iglesia, para luego ir centrándonos en el sacramento del bautismo.